La fragmentación hace guiño a los crucigramas y autodefinidos como manera de unir conceptos dispares en un plano, de hacernos reflexionar, buscar interiormente una respuesta. Ello me servirá para ofrecer distintas soluciones y posibilidades al planteamiento inicial de los cuadros. Soluciones y posibilidades que quizás no vemos pero que existen. Pistas para resolver conflictos, y como vía de escape.
Esta cuadrícula nos habla también de la suma de cosas, no hay solo un punto de vista sino muchos. La fragmentación nos proporciona desde lo plano la creación de espacio, un espacio indefinido de posibilidades infinitas. Un laberinto de opciones inorgánicas.
Lo mostrado son temas que nos preocupan y que son subceptibles de ser cambiados, cambiados a través de la propia voluntad, ese plano interior del ser humano es representado por esa cuadrícula. Los personajes son reales, así cómo la manera de pintarlos, en contraposición al tratamiento abstracto que aparece en la ciudad.
La ciudad es el escenario en el que se mueven los personajes.
Los edificios guardan, dan cobijo a sus moradores. Son enormes libros que encierran historias de todos los géneros, de las que conocemos muy pocas. Todos ellos nos hablan de esa gran biblioteca de historias múltiples.
El color acompaña al tema como factor psicológico, subrayando y reforzando la atmósfera de lo mostrado. Tiene como base el gris en sus diferentes tonos y a este se van sumando los distintos colores. El gris hace referencia al rechazo de los extremos, blanco y negro, en favor de los tonos intermedios, en referencia al pensamiento.
Esta exposición tiene un punto de vista femenino y su planteamiento intenta ser esperanzador. Contrapone lo preocupante al optimismo en el color, el color del espíritu, el color del arco iris que aparece después de la tormenta.
Exposición instalada en la sala de exposiciones de la Junta de Distrito IV (Calle Octavio Paz 15, Alcalá de Henares) hasta el 10 de Julio de 2009.
Prensa